La prestigiosa publicación norteamericana otorga 93 puntos a Sierra Cantabria Reserva 2010 situándolo en el puesto 52 del ranking de los 100 mejores vinos del 2016.
Un año más la reconocida publicación americana Wine Enthusiast hace publica su lista de los 100 mejores vinos del 2016 a nivel mundial. Tras catar más de 15.000 referencias de diversos países y regiones vinícolas, está lista saca a la luz “joyas” y exhibe la increíble diversidad que hay en el mercado con vinos que representan casi todos los estilos.
Dentro de este ranking, y como uno de los mejores Rioja, se alza ‘Sierra Cantabria Reserva 2010′ con 93 puntos.
Este vino de la familia Eguren de Sierra Cantabria destaca por su «frescor y elegancia con carácter. Tiene una expresión de fruta roja, tanino perceptible pero maduro, con buena acidez, estructura y expresividad» según Marcos Eguren.
Sierra Cantabria es la bodega donde se enraízan los principios vitícolas de la familia. Fundada por D. Guillermo Eguren en 1957, la bodega se ubica en San Vicente de la Sonsierra, villa riojana de gran tradición vitivinícola que se encuentra situada en un paraje único entre el río Ebro y la Sierra de Cantabria.
Sierra Cantabria es la bodega madre que refleja el salto de la familia de su actividad de viticultores a elaboradores gracias a la visión empresarial de Guillermo Eguren quien, sin perder sus raíces de agricultor, quiso transmitir las virtudes de unos suelos únicos en una colección de vinos.
Cinco generaciones de viticultores con raíces en San Vicente de la Sonsierra han tejido una larga historia de complicidad entre el hombre y la viña para extraer las virtudes de una variedad única, el Tempranillo, aplicando todos los esfuerzos necesarios para transmitir su expresividad en unos vinos excepcionales de la máxima pureza e identificación con el terroir.
Marcos Eguren, al frente del trabajo enológico con la ayuda de su hijo Eduardo, y Miguel Eguren, en la gestión, encabezan un proyecto vitícola a la búsqueda de vinos que evoquen el viñedo, de una gran versatilidad y marcada personalidad. Guillermo, padre de la actual generación que lleva las riendas del grupo bodeguero, se considera, ante todo, un coleccionista de viñedos. Y así lo han entendido sus hijos, quienes han hecho de la excelencia en el cuidado del viñedo y el máximo respeto al fruto en la bodega su filosofía para obtener unos vinos que se adscriben a los nuevos clásicos: vinos que perduran en el tiempo, que aúnan fruta, potencia y estructura con elegancia, frescura y sutileza.
