Sanidad y equilibrio, las principales características de una temprana vendimia en Rioja.
En La Rioja la vendimia avanza con adelanto sobre las fechas habituales, con gran parte de la uva ya vendimiada las primeras sensaciones son fantásticas, obtenido unos racimos de fruta en perfecto estado de sanidad y con un muy buen equilibrio entre acidez y azúcar.
“Es una vendimia atípica ya que estamos terminando casi cuando otros años aún no habíamos comenzado pero las sensaciones son bastante buenas. Las uvas están llegando a bodega con una muy buena sanidad y muestran bastante equilibrio entre azúcar y acidez”, explica Marcos Eguren. La Selección de racimos, que comienza en el viñedo -vendimiando cada finca de forma manual y en pequeñas cajas de 20 kilogramos- y que continua en la doble mesa de selección este año ha mostrado una fruta de muy buena calidad. Ahora es tiempo de comenzar el proceso de elaboración con las maceraciones y la primera fermentación, siempre respetando el carácter primario del viñedo que marcará la identidad de unos vinos únicos y apegados a su origen.
“Después de un ciclo vegetativo que ha cumplido con creces el estereotipo de un “muy buen” año tenemos que esperar y ver la evolución de los vinos en su elaboración para sacar conclusiones pero podemos decir que la fruta es buena y eso es un gran comienzo”, concluye Marcos Eguren.
Un equipo de más de 50 personas ha realizado el despalillado manual de la uva de ‘La Nieta’, Tempranillo que procede de la finca del mismo nombre de Rioja Alavesa cercana a Laguardia. De este pequeño viñedo, de menos de dos hectáreas, se vendimian manualmente cerca de 5.000 kilos de uva que un grupo de hombres y mujeres de todas las edades despalilla grano a grano.
La uva de ‘La Nieta’, parcela contigua a Viñedos de Páganos, llega a bodega en cajas de 20 kilos. Una selección rigurosa, grano a grano, permite que solamente los granos en perfectas condiciones de maduración y sanitarias y con el tamaño adecuado se destinen a la elaboración, evitando cualquier entrada de restos vegetales o de granos con defecto a bodega. Así, se logra que la uva que entra a bodega sea de la máxima pureza e identificación con el terroir y que transmita todas sus cualidades primarias.