Colmenillas
Las colmenillas cuyo nombre científico es Morchella vulgaris son setas de primavera, las cuales son muy usadas en la cocina por su fascinante sabor.
Las características principales de estas setas son:
- Forma casi cilíndrica en su pie.
- Sombrero cónico o esférico.
- Color grisáceo o pardo.
- Forma de panel, motivo por el cual se le llama colmenillas.
En este artículo hablaremos de forma detallada sobre las Colmenillas: las setas más codiciadas.
Tipos de Colmenillas
Existen más de 60 variedades de colmenillas, pero su clasificación taxonómica levanta constantes revisiones y debates ante la dificultad de diferenciar e identificar a todas ellas.
Dentro del mercado europeo se encuentra algunos tipos de morellas, entre los más populares están:
Distantes
Las colmenillas distantes son negras, morenas y oscuras, con una clara separación entre la mitra y el pie, con forma piramidal.
En este grupo están la Morchella importuna o elata, la semilibera o la pulchella, conocida como crespillo.
Morchella
La morchella es de tonos rubios o claros amarillentos, la mitra y el pie tienen una unión poco definida en la separación, con forma globosa u ovoide.
Pertenecen a la sección variedades como Morchella dunensis, la fluviales, la esculentoide o esculenta, y la vulgaris.
Rufobrunnea
La rufobrunnea posee el sobrenombre de ‘‘oxidadas’’ por la tonalidad parda u ocre habitual de sus ejemplares.
Tienen una forma más alargada, con celdas amplias y son la sección menos común, en España destaca la Morchella anatólica, en las zonas de Andalucía.
¿Cómo cocinar las colmenillas?
Las colmenillas son setas tóxicas si se consumen crudas, por lo que es importante prepararlas y cocinarlas antes de ingerirlas.
Esto permitirá destruir las hemolisinas termolábiles que ocasionan intoxicaciones graves.
Como todo alimento nuevo, hay que tener presente que el organismo puede presentar alguna reacción alérgica, por tanto, hay que realizar la primera ingesta con moderación.
Para saber cómo cocinar las colmenillas sigue estas indicaciones:
Secado y deshidratación de las setas
La forma más efectiva para eliminar la toxicidad es con el secado y deshidratación de las setas.
Una vez recolectadas se colocan en un papel de cocina o malla de secado en un ambiente aireado y seco, ya que al haber humedad podrían pudrirse.
Es recomendable disponer de un deshidratador de setas, porque es un método 100% seguro.
De esta manera se eliminará la toxicidad de la seta y podrás hidratarlas después de unas semanas y aprovechar el agua como la propia colmenilla.
Cocción a altas temperaturas
Una buena opción es freír las colmenillas durante un rato con una cocción a altas temperaturas.
Sin embargo, este método hace que las setas queden muy chamuscadas o menguadas y no asegura que la toxicidad se elimine al 100%.
Esto se debe a que quedan partes sin llegar a la temperatura que destruya las toxinas, así que hay que tener mucha precaución.
Ebullición durante un tiempo prolongado
Por último, está el método de ebullición durante un tiempo prolongado, es decir, hervir durante 30 minutos las colmenillas y desechar el agua de la ebullición.
Con esto se conseguirá eliminar la toxicidad, pero la seta perderá casi todo su sabor.
Todo esto es solo una parte para poder cocinar esta especie de setas, puedes descubrir más curiosidades si visitas nuestra web.